Mitsubashi, denme las llaves del sótano- ordenó Kyoto al secretario de su padre.
No.. no puedo hacer eso señor Kyoto, su padre me ha ordenado que nadie puede ir a ver el seño-----
Las llaves- dijo Kyoto mirándolo con ojos fríos y alzándole la mano.
Señor.. yo...
Mitsubashi trató de evadir contacto de ojos con Kyoto, pero el silencio lo mataba de desquicias. Al final, sin poder combatir la situación con el primer comandante de la base militar, entregó las llaves.
Señor, cuando se entere su padre, no le diga que fui yo, mire que yo----
No diré nada- respondió Kyoto y se fue hacia el sótano.
En camino al sótano, se podía escuchar el sonido de las ratas, los mugres que cubrían todo el piso y el frío viento que soplaba desde abajo.
Este lugar no ha cambiado nada- pensó Kyoto.
Al llegar al último escalón, abrió la puerta pesada hecho de metal y entró por el sótano. Dentro estaba totalmente oscuro. Como no podía ver nada, Kyoto prendió una de las velas que se encontraba con la pared, lo llevó a la mano y siguió caminando.
Se encontró con varios cuartos, todos encadenados menos uno. Se acercó y pateó la puerta hacia dentro. La puerta se abrió haciendo un crugido y adentro estaba Hikaru. Encadenado de ambos manos, colgados desde el techo.
Como me trae recuerdo esto- dijo Kyoto mirándo a Hikaru desde la perspectiva de abajo. Al escuchar la voz de su hermano, Hikaru alzó la cabeza y lo miró.
Te divertiste?- preguntó Kyoto sin expresión.
Como crees?- respondió Hikaru mirandolo con la mejilla ensangretada.
Por qué hiciste eso?
Qué.
Espiar.
Kyoto se quedó en silencio por un momento tratando de buscar unas palabras adecuadas para hacerle entrar la razón a su hermano menor. Antes de poder volver a decir algo, Hikaru se adelantó.
Me criaron para eso, no?
Sí- respondió Kyoto mirandolo a los ojos.
Se quedaron en silencios.
Ibisuku- dijo Hikaru.
Qué?
La familia Ibisuku es un traidor.
Kyoto no dijo nada, estuvo esperando a que Hikaru dijera algo más pero no, no dijo nada más que eso.
Se quedaron en silencios de nuevo.
Se le hacía difícil a Kyoto hablar con Hikaru porque él es un chico con carácter fuerte, se guía por lo que cree que está bien. Como fue criado para ser asesino y espía, muy pocas veces entendía lo que pasaba por la cabeza de su hermano menor.
Le diré a padre que te saque de aquí- dijo por fin Kyoto.
Kyoto esperaba escuchar una respuesta pero nada. Cuando miró a Hikaru, éste tenía la cabeza agachada. Se dió cuenta de que no tenía sentido seguir con esta conversación y dejó el cuarto.
Al dejar el sótano, Kyoto escuchó las voces de su padre mientras subía las escaleras. Al llegar a la sala, se encontró con Mitsubashi con cara de miedo y nervios. Miró hacia el centro de la sala y vio a su padre sentado en el sofá. Mitsubashi le dio una seña a Kyoto diciendo que su padre andaba molesto, pero Kyoto no le prestó ni la menor atención.
Entregó las llaves del sótano a Mitsubashi y se dirigió a su padre.
Padre, libere a Hikaru- dijo Kyoto.
Mitsubashi puso los ojos en blanco.
Veo que ya lo fuiste a ver. -dijo su padre con un tono burlón- Mitsubashi, le diste las llaves?
Se- señor, yo....- dijo Mitsubashi nervioso
Se los quité- dijo Kyoto
Vaya, así fue? que inútil es mi secreatario entonces. Debo de entrenarte a ti también, Mitsubashi? Qué quieres ser? Espía, militar o asesino? Jajajaja- respondió el señor Shirasawa riéndose.
Yo....
Déjenos solo, Mitsubashi- dijo Kyoto tratando de hacer que Mitsubashi se vaya de la sala.
Mitsubashi hechó una ojeada al señor Shirasawa con cuidado. Al notar la mirada de Mitsubashi, la expresión del Sr. Shirasawa se puso serio y le hizo una seña con las manos para que se retirara.
Con permiso- dijo Mitsubashi retirándose rápidamente como si estos padre e hijo fueran a matarlo.
Cuéntame, qué excusa te dijo este muchacho de mierda- le preguntó Sr. Shirasawa.
Nada - respondió Kyoto.
Entonces? Con qué cara me vienes a decir que lo libere? Sabes lo que ha hecho?
Kyoto no dijo nada y se quedó en silencio mirandole fíjamente a los ojos de su padre.
Vaya, enserio no sabes lo que ha hecho.
De los errores se aprende, eso nos ha dicho usted siempre- respondió Kyoto.
Jajajaja de los errores se aprende? Tu pequeño hermano, mi estúpido hijo, fue a espiar a la gran familia Ibisuku, los que nos dan inverciones, para mejorar todo Shinjuku. Especialmente en estos momentos de ruinas que nos encontramos- dijo Sr. Shirasawa alterándose un poco su tono.
Kyoto siguió en silencio.
Lo crié para ser últil, no para que use esas abilidades en otras cosas sin sentidos.- se quejó su padre.
Me imagino que la familia Ibisuku ha de estar escondiendo algo como para ponerse tan enojados solo porque un niño de 15 años los ha estado espiándo- dijo por fin Kyoto.
Al escuchar esto, su padre cambió de expresión, se volteó y miró a su hijo con ojos furiosos.
Deja de discutir esto conmigo, tú sabes muy bién cómo nos afecta esto! - dijó furiosamente el señor Shirasawa- Ya terminamos esta charla. Me vuelvas a mencionar algo y terminarás igual que tu hermano.
Al terminar estas palabras, su padre dejó la sala. Kyoto se quedó parado. Mirando a algo que no se sabe qué es. Puso una expresión incapaz de explicar con palabras y se dirigió a su cuarto.
Qué?
La familia Ibisuku es un traidor.
Kyoto no dijo nada, estuvo esperando a que Hikaru dijera algo más pero no, no dijo nada más que eso.
Se quedaron en silencios de nuevo.
Se le hacía difícil a Kyoto hablar con Hikaru porque él es un chico con carácter fuerte, se guía por lo que cree que está bien. Como fue criado para ser asesino y espía, muy pocas veces entendía lo que pasaba por la cabeza de su hermano menor.
Le diré a padre que te saque de aquí- dijo por fin Kyoto.
Kyoto esperaba escuchar una respuesta pero nada. Cuando miró a Hikaru, éste tenía la cabeza agachada. Se dió cuenta de que no tenía sentido seguir con esta conversación y dejó el cuarto.
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Al dejar el sótano, Kyoto escuchó las voces de su padre mientras subía las escaleras. Al llegar a la sala, se encontró con Mitsubashi con cara de miedo y nervios. Miró hacia el centro de la sala y vio a su padre sentado en el sofá. Mitsubashi le dio una seña a Kyoto diciendo que su padre andaba molesto, pero Kyoto no le prestó ni la menor atención.
Entregó las llaves del sótano a Mitsubashi y se dirigió a su padre.
Padre, libere a Hikaru- dijo Kyoto.
Mitsubashi puso los ojos en blanco.
Veo que ya lo fuiste a ver. -dijo su padre con un tono burlón- Mitsubashi, le diste las llaves?
Se- señor, yo....- dijo Mitsubashi nervioso
Se los quité- dijo Kyoto
Vaya, así fue? que inútil es mi secreatario entonces. Debo de entrenarte a ti también, Mitsubashi? Qué quieres ser? Espía, militar o asesino? Jajajaja- respondió el señor Shirasawa riéndose.
Yo....
Déjenos solo, Mitsubashi- dijo Kyoto tratando de hacer que Mitsubashi se vaya de la sala.
Mitsubashi hechó una ojeada al señor Shirasawa con cuidado. Al notar la mirada de Mitsubashi, la expresión del Sr. Shirasawa se puso serio y le hizo una seña con las manos para que se retirara.
Con permiso- dijo Mitsubashi retirándose rápidamente como si estos padre e hijo fueran a matarlo.
Cuéntame, qué excusa te dijo este muchacho de mierda- le preguntó Sr. Shirasawa.
Nada - respondió Kyoto.
Entonces? Con qué cara me vienes a decir que lo libere? Sabes lo que ha hecho?
Kyoto no dijo nada y se quedó en silencio mirandole fíjamente a los ojos de su padre.
Vaya, enserio no sabes lo que ha hecho.
De los errores se aprende, eso nos ha dicho usted siempre- respondió Kyoto.
Jajajaja de los errores se aprende? Tu pequeño hermano, mi estúpido hijo, fue a espiar a la gran familia Ibisuku, los que nos dan inverciones, para mejorar todo Shinjuku. Especialmente en estos momentos de ruinas que nos encontramos- dijo Sr. Shirasawa alterándose un poco su tono.
Kyoto siguió en silencio.
Lo crié para ser últil, no para que use esas abilidades en otras cosas sin sentidos.- se quejó su padre.
Me imagino que la familia Ibisuku ha de estar escondiendo algo como para ponerse tan enojados solo porque un niño de 15 años los ha estado espiándo- dijo por fin Kyoto.
Al escuchar esto, su padre cambió de expresión, se volteó y miró a su hijo con ojos furiosos.
Deja de discutir esto conmigo, tú sabes muy bién cómo nos afecta esto! - dijó furiosamente el señor Shirasawa- Ya terminamos esta charla. Me vuelvas a mencionar algo y terminarás igual que tu hermano.
Al terminar estas palabras, su padre dejó la sala. Kyoto se quedó parado. Mirando a algo que no se sabe qué es. Puso una expresión incapaz de explicar con palabras y se dirigió a su cuarto.
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